Todo comenzó cuando estábamos trabajando juntos en un proyecto de tortugas marinas en el Caribe. El proyecto tenía una línea directa donde los lugareños y los turistas podían llamar por cualquier problema o avistamiento de tortugas marinas. Un día recibimos una llamada sobre un nido que estaba siendo arrastrado al mar. Salimos corriendo a nuestro vehículo patrulla para bajar al nido solo para darnos cuenta de que estábamos a punto de quedarnos sin gasolina.

El problema era que a nuestro proyecto no le quedaba dinero y tendríamos que esperar hasta la semana siguiente para recibir los fondos. No podíamos dejar que el nido se arrastrara al mar, así que usamos el pequeño estipendio que teníamos para nuestra propia comida para llenar el tanque. Al salir, agarramos algunas camisetas del proyecto, esperando poder venderlas a los turistas para cubrir nuestros costos.